Miradores de Los Dos Valles
En tu recorrido por este territorio no dejes de visitar alguno de los miradores que te encontrarás por el camino.
Mirador de Humboltd (La Orotava). Aquí fue donde Alexander Von Humboldt se encantó con Tenerife. Es un lugar perfecto para comprobar los efectos que el derrumbe de parte de la isla provocó para dar lugar al frondoso Valle de La Orotava.
Mirador de El Lance (Los Realejos). Ofrece, desde una perspectiva diferente, otra estampa del frondoso Valle de La Orotava. Aquí se levanta una enorme figura de bronce que representa al Mencey Bentor, el rey guanche que se lanzó al vacío antes de someterse al conquistador español cuando ya todo estaba perdido.
Mirador Rosa de Piedra (Parque Natural de la Corona Forestal). Encuentras una auténtica rosa de piedra, con sus pétalos perfectamente alineados. ¿Cómo se creó? La colada de lava basáltica en forma de columnas que recorría el cauce del barranco se fue removiendo lentamente sobre ella misma como una hélice para, al enfriarse, ofrecer el aspecto actual de una rosa.
Mirador Montaña Guamazo (Parque Nacional del Teide). A 2.000 metros de altitud se alza este cráter de 33.000 años de edad. Alrededor se eleva el edificio Cañadas, o los restos que quedan de él, porque antes de derrumbarse alcanzaba unos 4.000 metros de altura.
Mirador del Valle (Parque Nacional del Teide). Se formó en uno de los deslizamientos que colapsaron el antiguo edifico Cañadas. Posteriormente, un nuevo ciclo de erupciones comenzó a rellenar el hueco, en una de las más llamativas muestras del continuo proceso de construcción y destrucción que conforma la isla.
Mirador de La Crucita (Parque Natural de la Corona Forestal). Las mejores vistas de lo que queda del antiguo y gigante edificio volcánico de Cho Marcial se aprecian desde este mirador. Su inmensa estructura se deslizó hacia el mar, y la caldera de Pedro Gil recuerda que lo que una vez fue.
Mirador de Chivisaya (Paisaje Protegido de Siete Lomas). Escenario de grandes convulsiones geológicas, desde aquí percibes claramente cómo estructuras de más de 2.000 metros de altura se vinieron abajo. Y cómo sobre el material vertido se acomodan los cultivos de la zona: uva, castaña, papa…
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